Las viviendas de lujo ocupan los últimos lugares vírgenes junto al mar de Dénia (2024)

• La construcción de un gran chalet en la Punta Negra de Les Rotes, en un enclave privilegiado, o de otro muy cerca de la playa del Gosset causan la perplejidad de los paseantes
• El hecho de que la ciudad tenga pendiente la redacción de un nuevo PGOU no evita la proliferación de casasen la costa sur ni de apartamentosen los pocos huecos que quedan en LesMarinespese al rechazo vecinal, pues se trata de suelo ya consolidado.

Desde la Punta Negra de Les Rotes, la vista es magnífica. En una estampa muy de otoño, se ve el mar azul verdoso golpeando una orilla de rocasycalas escondidas bordeada por un paseo marítimoque constituye una de las principalesatracciones turísticas de Dénia. Pero también se aprecia la gran estructura dehormigón de un chalet de forma redondeada y dos pisos de altura que se está alzando, con la imprescindible ayuda de una gigantesca grúa, justo al lado del paseo. Al lado, al lado.

Estavivienda de lujo ocupa asíuno de los últimos lugares vírgenes que quedaban en esta parte de la costa dianense, la que posee un mayor valor inmobiliario. Cuando la edificación, diseñadapor un estudio de arquitectura de Gandia, esté concluida, sus inquilinosdisfrutarán desde la segunda planta de unapanorámica en altura todavía más privilegiada que lade los propios paseantes.

El chalet en cuestión no es un caso aislado. Es más bien un símbolo. La tibia recuperación de la construcción ha desencadenado una ocupación de los lugares más selectos que quedaban vírgenes junto al mar en Dénia.Son pocas construcciones, pero destacan también por sus notables dimensiones teniendo en cuenta que en su mayoría se trata de viviendas unifamiliares. Les Rotes es un buen ejemplo. En realidad muy bueno: al menos siete obras se están ejecutando en el entorno más exclusivo del municipio en los últimos tiempos.

Entre estos gigantes que se están alzando destaca otro muy cerca de la emblemática playa de El Gosset en una parcela de800 metros dondela superficie máxima que se permite construires del 25%: es decir, para este caso se autorizan un máximo de 200 metros cuadrados de construcción,dos plantas y una altura topede 7 siete metros hasta la cornisa. Pues bien, a juzgar por su incipiente estructura de hormigón, el chaleten cuestiónestá apurando las limitaciones urbanísticas establecidas en el corazón de esta franja costera:se está construyendo lo más grande posible.

Más allá de los comentarios para todos los gustos que estos nuevos invitados de hormigón, los primeros desde la crisis, suscitan entre los citados paseantes de Les Rotes, algunos perplejos, hay poco que decir: las edificacionesse desarrollan en suelo consolidado. Lo que constata un hecho innegable: en Dénia, como en tantas otras latitudes, se ha construido o se ha dejado de construirno por decisiones políticas sino por los vaivenes del mercado.

No obstante, esto llama más la atención en una ciudad que ahora mismo tiene pendiente el diseño de un nuevo Plan General y que incluso ha anunciado la suspensión de licencias en algunas partes de su localidad. Eso, al menos de momento, no afecta a Les Rotes, cuyas nuevas viviendas vienen amparadas por planeamientos anteriores.

También al norte

También se construye junto al otro litoral de Dénia, el de Les Marines, al norte del casco urbano. Aunque aquí es diferente. No es que se estén alzando grandes urbanizaciones como en los tiempos anteriores al estallido de la burbuja, pero sí complejos de apartamentos de lujo de dimensiones reducidas, como ya ha sucedido en Les Basetes o en Les Fonts. Se ocupan así los últimos huecos quela anterior expansión inmobiliaria había dejado también en esta costa, históricamente aún más afectada por el urbanismo.

Todo eso no quiere decir que no haya controversia urbanística. Sí la hay. Y no obedece sólo a comentarios de algunos paseantes. El nuevo proyecto para la construcción del Residencial Las Olas en la playa del Blay Beach –también muy cerca del parque de Les Basetes– ha encendido una honda polémica vecinal.

Los apartamentos previstos allí, de unos veinte metros de altura, son rechazados por los residentes próximos al entenderque se alzarán demasiado cerca del mar –también al lado, al lado–, en una zona donde hasta ahora sólo había viejos chalets unifamiliares y junto a una playa que sufre severos episodios de regresión.

Los vecinos agregan que el proyecto incumple la Ley de Costas. Y es este último organismo el que precisamente ha de dar –o no– permiso para esas viviendas. Si lo da, el gobierno de Dénia (PSPV y Compromís) ya ha alertado que no tendrá más remedio que otorgar a su vez licencia. Aunque la idea, que posibilitará que otro lugar privilegiado de la costa quede ocupado, no le guste. Que no le gusta.